Adrian Newey ha culpado al peso de la actual generación de coches de Fórmula 1 por los incidentes con las tapas de los desagües que causaron estragos en las pruebas de pretemporada.
Dos días seguidos, la Fórmula 1 tuvo que poner bandera roja en una sesión de pruebas después de que se soltara una tapa de drenaje en la curva 11.
El jueves, Charles Leclerc desprendió el trozo de metal y Lewis Hamilton lo golpeó con su Mercedes, lo que provocó la bandera roja.
Mientras que el W15 de Hamilton salió ileso, El Ferrari de Leclerc necesitaba un nuevo suelo El cinco veces ganador del Gran Premio reveló a F1 TV que había un "agujero en el suelo. No era enorme. Había un pequeño agujero en el suelo, que tuvimos que cambiar".
“No tuve ninguna advertencia. Vi algo, pero honestamente era tan fino que pensé que era algo de plástico.
“A veces vemos algunos de ellos en la pista y simplemente los pisamos y no pasa nada, pero esta vez obviamente era metal, por lo que lastimó un poco más el auto”.
Un día después, y en la misma esquina, fue Pérez quien succionó la tapa del desagüe.
Afortunadamente para el piloto mexicano, su RB20 salió ileso y Newey fue visto de espaldas debajo del auto mientras revisaba su última creación en busca de daños.
Red Bull informó que todo iba bien con el RB20, pero Newey todavía no estaba muy impresionado.
Él atribuye los incidentes al peso de los coches.
“Los coches son demasiado grandes y pesados”, según dijo a Auto Motor und Sport. “Por eso sigue pasando esto”.
La nueva generación de coches tiene un peso mínimo de 798 kg.
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A pocos días de que comience la temporada, el Gran Premio de Bahréin, el problema de la tapa del drenaje debe resolverse antes de la primera práctica del jueves.
Según Motorsport.com, se está considerando una solución temporal: los contratistas del circuito se encargarán de "rellenar los desagües alrededor del circuito con hormigón en un intento de evitar el problema de que se levante la cubierta en el GP de la próxima semana.
“Esta solución se puede implementar porque el pronóstico meteorológico a largo plazo indica que no lloverá durante el fin de semana de la carrera”.
Aunque es sólo una solución temporal.
Los incidentes de Bahréin no fueron la primera vez que un automóvil de nueva generación se topó con una tapa de alcantarilla.
La temporada pasada, el SF-23 de Carlos Sainz quedó destrozado al impactar contra una tapa de alcantarilla en la sesión inaugural de entrenamientos del Gran Premio de Las Vegas.
Destruyó el suelo de su Ferrari y le hizo un agujero en el suelo de modo que, al parecer, pudo ver el asfalto.
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