Es por eso que el hecho de que el dúo de Ferrari formado por Carlos Sainz y Charles Leclerc haya encabezado la tabla de tiempos general en el transcurso de las pruebas de Bahréin de esta semana apenas ha sido mencionado en las conversaciones.

El tiempo total de prueba de Sainz, 1m29.921s, establecido el segundo día, fue alrededor de siete décimas más rápido que el punto de referencia de Red Bull de 1m30.679s establecido por Sergio Pérez en la misma tarde.

Sin embargo, nadie sugiere que tenga algún parecido con la imagen real del rendimiento (incluso teniendo en cuenta una diferencia de tiempo de 0,6 segundos en los compuestos de neumáticos que usaron).

De hecho, el consenso en el paddock es que Red Bull llegará claramente al inicio de la temporada de F1 el próximo fin de semana como el equipo a vencer.

Lo que no es tan seguro, sin embargo, es exactamente cuán grande es su ventaja, porque hay otro elemento de Sainz en la prueba de Bahréin que ha ofrecido a la F1 mucho en qué pensar sobre dónde se encuentra el panorama competitivo entre su equipo Ferrari y Red Bull.

Mientras los equipos analizaban los datos, fue una simulación de carrera realizada por Sainz en la segunda noche, corriendo en condiciones similares pero no idénticas a las de Pérez en el mismo programa, lo que ofreció cierta intriga sobre cuán bueno puede ser el nuevo SF-24.

En términos de tiempo por vuelta, las hojas de tiempos sugerían que, de hecho, Ferrari tenía ventaja. Durante las tres tandas de carrera, Sainz demostró ser más rápido que el Red Bull.

La ventaja del español con el C3 fue en promedio de poco más de 0,4 segundos, y se extendió a más de un segundo en sus últimos stints, ambos con el compuesto duro C1.

La magnitud de esa ventaja fue tan extrema que casi con certeza apunta a que Pérez había corrido con más combustible. Dado que se acepta ampliamente que 10 kg de peso equivalen a unos 0,3 segundos de tiempo de vuelta en Bahréin, existe un alto grado de variabilidad para estar seguros de qué tan realista fue la imagen que ofrecieron sus dos vueltas.

Pero una cosa no está en duda en el simulador de carrera de Sainz: la alta degradación de los neumáticos que descarriló gran parte de la campaña 2023 de Ferrari parece haberse solucionado.

El rendimiento de Sainz fue increíblemente consistente. Si nos fijamos en su último turno con el C1, en particular, no tuvo nada que ver con lo que sucedió en el Gran Premio de Bahréin del año pasado, cuando tanto él como Leclerc sufrieron mucho con la degradación de los neumáticos.

Su recorrido en el C1 se desarrolló así: 35,5, 35,7, 35,5, 35,6, 35,3, 35,4, 35,5, 35,2, 35,3, 35,1, 35,2, 35,2, 35,1, 35,1, 34,9, 35,3, 35,8, 35,5, 35,6.