Max Verstappen terminó las pruebas de pretemporada en el Circuito Internacional de Bahréin con una nota positiva, con el holandés satisfecho con lo que Red Bull logró a pesar de no lograr el primer puesto en la tabla de tiempos en el último día de acción.

Después de que Sergio Pérez pasara por encima de una tapa de alcantarilla en la primera hora de carrera del viernes, se sacaron las banderas rojas para permitir que se realizaran reparaciones en la pista. Tras la reanudación, la sesión se prolongó hasta el final del día sin pausa para el almuerzo, con Verstappen tomando el relevo al volante del RB20 durante la segunda mitad del día.

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Mientras que Charles Leclerc terminó la prueba de tres días en la cima con una vuelta de 1m 30.322s, Verstappen fue cuarto en la tabla de tiempos, pero quedó satisfecho después de completar un total de 66 vueltas a lo largo del día.

“Hoy hicimos el plan de no centrarnos únicamente en el tiempo de vuelta”, explicó Verstappen tras finalizar la prueba. “Creo que era más importante hacer las tandas largas y luego entender un poco más el coche, así que nos centramos en ese programa y, para ser sincero, creo que todo parecía bastante positivo”.

“Estoy bastante contento con el coche, con su comportamiento y, cuando llegue el fin de semana de carrera, habrá que afinar el equilibrio en función de las circunstancias que se afronten durante el fin de semana”.

Después de su campaña dominante en 2023, muchos en el paddock consideran a Red Bull como favorito luego de una salida aparentemente exitosa en las pruebas.

Cuando se le preguntó si este es el sentimiento dentro del equipo, así como sobre quiénes ve como sus principales amenazas, Verstappen respondió: "Realmente no pienso en eso. Solo miro lo que estamos haciendo aquí.

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“Creo que, por supuesto, siempre hay mucho trabajo por hacer; siempre quieres hacerlo mejor, pero creo que tuvimos una prueba muy positiva y aprendimos mucho de cada cosa que cambiamos en el auto, y también sabemos lo que queremos hacer la próxima semana, y en eso nos centraremos”.

Verstappen cree que solo "el tiempo dirá" si el RB20 demuestra ser tan exitoso en una amplia gama de pistas como su predecesor, que solo pareció tener un desempeño más débil en el circuito callejero de Marina Bay en Singapur.

El equipo ha optado por un cambio de concepto para el monoplaza de este año, lo que puede haber sorprendido a algunos dado el nivel de rendimiento del RB19. Sin embargo, a Verstappen no le preocupa el cambio de dirección y el campeón del mundo afirmó que cree en lo que han ideado Adrian Newey y el equipo técnico.

"Sinceramente, confío en que todos en el equipo saben lo que están haciendo, así que no me importa cómo diseñen el coche, siempre y cuando sea más rápido", concluyó Verstappen. "Por supuesto, siempre es bastante interesante lo que se les ocurre cada vez, y se ve bien.

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“Por lo demás, no soy ingeniero. Estoy aquí para hacer mi trabajo en el coche y ellos están aquí para hacer su trabajo construyendo el coche y preparándolo. Creo que hasta ahora todo lo que esperábamos ha funcionado muy bien, y eso siempre es un pequeño interrogante cuando llegas a la pista real, pero tengo que decir que en los últimos años creo que eso ha sido una de nuestras fortalezas”.